Es difícil de explicar, ¿sabes?
Sentir ganas de llorar solo por el simple pensamiento de no ser querido o querida .Solo por la mención de un "algo" que atrae tus gritos de agonía que se disfrazan tras unas palabras medidas.
Es difícil; mucho la verdad.
Y ni sabes si parará o si esos pensamientos se irán.
Solo te quedas con un vacío constante que se siente muy asfixiante.
Te desagrada tus propios pensamientos, Te desagrada tú.
Pero ¿Qué hay luego de eso?
Una luz..
Luego ves una luz y, poco a poco, esos pensamientos solo dejan una huella.
Una marca que te deja ver cuanto avanzaste. Que te deja ver cuanto creciste. Que te deja ver cuanto embelleciste.
Un antes y después de como evolucionas.
Y dejas atrás esos pensamientos que te hacían verte mal cuando, en verdad, eres pura magia capaz de amar, una belleza pura e imperfecta que se está empezando a amar. Y que aunque tenga malos días, sabe que eso lo puedes cambiar; y que aunque tenga malos días, sabe que los buenos también llegaran; y que aunque tenga malos días, sabe que esos solo reforzaran tu felicidad.
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